Kylian Mbappé

Nadie podrá decir, si se sigue un poco este hilo, que no he defendido a Mbappé desde el primer momento que llegó al Madrid. Es más, lo he defendido en todo momento desde que lo fichamos, aunque hasta el momento no ha demostrado para qué ni por qué lo fichamos.

Tras 5 meses en el Madrid y casi 20 partidos de titular indiscutible, he de reconocer que Mbappé está bloqueado y yo, como aficionado madridista, preocupado.

Algunos piensan, con buena intención, que a Mbappé no le pasa nada. Y lo argumentan diciendo que Mbappé ha metido 9 goles y ha dado 2 asistencias en lo que lleva de temporada, como si eso fuera más que suficiente. Y no es así. Para un jugador de la calidad y expectativas de Mbappé esas cifras son una puta mierda.

Entonces, ¿qué le pasa a Mbappé? A Mbappe le pasa que TIENE MIEDO. Y me diréis: ¿miedo de qué? MIEDO DE ACEPTAR LA RESPONSABILIDAD A LA QUE ESTÁ LLAMADO A ASUMIR EN EL REAL MADRID.

Mbappé tiene MIEDO a meter un hat trick en un partido y que, a partir de ahí, se le exija marcar un hat trick en cada partido. Tiene MIEDO a ser el mejor, el más decisivo en un partido, y que no se le perdone que no haga lo mismo y no lo sea en cada partido. Tiene MIEDO a echarse el Madrid a sus espaldas, que es para lo que se le ha fichado.

Ese es el problema mental de Mbappé. Que tiene que resolver lo antes posible, liberándose de esa hipoteca psicológica que lo atenaza y bloquea, y decidiéndose a ser el gran jugador que es y demostrarlo en el campo de juego, que es el lugar donde se decide todo: el amor y el odio, el respeto y el desprecio, la crítica y la alabanza, el éxito y el fracaso.

Mbappé quiere ser uno más, cuando lo hemos fichado precisamente para no ser uno más, y por eso es uno menos. Y ese es el problema que tiene Mbappé: el MIEDO a destacar en el Madrid desde el primer momento. Y ese problema se resuelve con disciplina y trabajo. Y no yéndose a Suecia a una discoteca cuando tienes una jornada de descanso, cacho capullo. Que eso no le va a resolver ningún problema mental de adaptación, antes bien al contrario, le meterá en un berenjenal de confusión. Como ha sucedido.

Le hemos esperado 7 años para que venga, confío que no tengamos que esperarlo otros 7 años para que llegue. Porque en el Madrid el tiempo corre que vuela, y más de uno se ha quedado en el camino por no atreverse a darle a la manivela por MIEDO a que te cueste una muela. Eso lo sabe hasta mi abuela.