SE RETIRA BRANDON ROY

Lastima que una enfermedad degenerativa en sus rodillas le obligue a jubilarse:
Entre la vorágine de rumores de traspaso, traspasos completados, cortes, amnistías y noticias en general que sacuden la NBA estos días, una noticia me ha llamado la atención sobre todas las demás. No es ni de lejos la noticia que más importancia tiene para el devenir de la liga, pero no puedo evitar destacarla: Brandon Roy se retira.
Recientemente, surgió el rumor de que el jugador estaba considerando su retirada si los Blazers utilizaban la amnistía con él, pero desde la franquicia de Oregon aseguraron que no se lo estaban planteando. Cuando parecía que pese a no poder recuperar el nivel de antaño Roy podría ser una pieza importante en cualquier equipo, una enfermedad degenerativa en sus rodillas ha acabado con su carrera.
Siempre es triste cuando un jugador se retira, mucho más en el caso de jugadores franquicia que lo han dado todo por un equipo. Es triste porque sabemos que no podremos disfrutar más de su magia con el balón en directo, ya que por emotivo que sea un homenaje, un dorsal retirado, lo que distingue a los grandes jugadores es su actitud en la cancha.
Es ley de vida, las viejas glorias son continuamente sustituidas por jugadores que algún día también llegarán a ser leyenda. Esta temporada hemos vivido la retirada de uno de los jugadores más grandes de la historia, amo y señor de la pintura, Shaq, quien quizá debió retirarse antes en vez de apurar sus últimas energías pasando de equipo en equipo. Pronto abandonarán la liga Duncan, Garnett o Kidd, jugadores que lo han dado todo por este deporte y que ven como sus días en la NBA se acaban.
En otras ocasiones, cuando la retirada es prematura por las lesiones, la sensación de tristeza es aún mayor. Yao Ming, el gigante chino, responsable de la expansión de la NBA en el mercado asiático se retiró este verano después de arrastrar una lesión. Tracy McGrady, destinado a marcar una época junto con Yao en Houston no ha llegado a rendir como se esperaba de él y apura sus últimos chispazos de baloncesto ofreciendo sus servicios a diferentes franquicias e intentando aportar al equipo.
Brandon Roy podría haber tenido un impacto increíble en la liga. Durante sus años en el Garfield High School de Seattle fue considerado uno de los mejores jugadores de instituto del país, por lo que decidió inscribirse en el draft del año 2002, decisión que reconsideró más tarde y eliminó su nombre de la lista. Jugó durante cuatro años para los Huskies de la universidad de Washington y se presentó al draft del año 2006, con 20.2 puntos de media en su último año en la universidad como tarjeta de presentación, siendo elegido en el puesto número 6 por los Timberwolves e inmediatamente traspasado a Portland.
Durante su primer año en la NBA, a principios de temporada, una lesión de talón le impidió disputar 20 encuentros. Aún así, con unos números de 16.8 puntos, 4.4 rebotes y 4 asistencias por partido fue nombrado rookie del año. La temporada siguiente, aún sufriendo de nuevo diversas lesiones, Roy mejoró el rendimiento de su temporada de novato, lo que le sirvió para ser elegido como reserva en el All–Star.
Los Blazers no pudieron contar con su jugador franquicia en la pretemporada siguiente, debido a la rehabilitación tras una operación en su rodilla izquierda, pero el jugador llegó al 100 % para el inicio de la temporada. En esta temporada Roy logro su récord de anotación con 52 puntos ante los Suns, igualó el récord de robos de su franquicia establecido en 10 y demostró ser un jugador “clutch” increíble, ese que tiene que jugarse el último tiro, con más de una canasta sobre la bocina.