Un día mítico para recordar

El Barça podía ganar la primera Champions League de su historia.

Por el otro lado del cuadro, había llegado prácticamente de milagro y sufriendo mucho, un modesto Steaua de Bucarest.

Había mucho optimismo tanto en Barcelona como en Europa, sobre la más que posible victoria Blaugrana. La final se iba a jugar además, en España. En Sevilla. Tal era el optimismo, que el propio Steaua de Bucarest aceptó vender la plaza de la final. La UEFA dió el visto bueno. No tenía sentido que jugara el Steaua la final ya que sería un repaso del Barça y una pérdida de tiempo, ya que todos sabían quien iba a ser el ganador. A cambio de varios millones que se embolsaría el equipo Rumano, el Steaua de Bucarest le vendió la plaza de la final al Inter de Milán. Todos estaban de acuerdo.. todos salvo, como no, el Barça. Que veía como podía perder la final de la Champions ante el Inter de Milán. Así que, lícitamente se negaron a que hubiera un cambio de rival en la final.

La final de Sevilla llevó consigo un himno que compusieron unos cantantes culés en el que cantaban como iban a ganar la Champions. Se vendieron como rosquillas bufandas en las que se proclamaba: Barça Campió Champions 1986, además de camisetas y mucho más merchandising. La fiesta estaba asegurada y los autobuses de Barcelona a Sevilla circulaban con letras pintadas de Campeones 1986.

El partido empezó y resultó ser un constante ataque del Barça. Pero el Steaua resisitó defendiendo 90 minutos. Llegó la prórroga y el partido se repitió: el Barça atacando pero no consiguiendo marcar gol. Finalmente llegaron los penaltis. Y sucedió esto:

Aquel año las competiciones europeas fueron un apoteosis. Llegó el Barcelona a la final de la Champions, que entonces todavía era la Copa de Europa, el Atleti llegó a la de la extinta Recopa y el Madrid a la de la UEFA. Los periodistas españoles ya clamaban por el dominio de nuestro fútbol en Europa y todas las zarandajas de siempre. Casi todos daban a los culés como vencedores contra el Steau, que era un rival de tercera fila. A los atléticos también, contra un equipillo del este al que casi nadie conocía, el Dinamo de Kiev. El que más difícil lo tenía era el Madrid. Su rival era uno de los dos o tres cocos de la Bundesliga, el Colonia de Schumacher, Allofs y Littbarski. Además de que la Bundesliga era aún más poderosa entonces que ahora, ya sabemos la maldición del Madrid por aquellas tierras.

El Barcelona perdió con el Steau en los penaltis, el Atleti descubrió que el Dinamo de Kiev era tres cuartas partes de la selección soviética de Lovanowski, que un mes después deslumbraba con su fútbol en México. El único que ganó fue el Madrid, que masacró al Colonia con un 5-1 en la ida en el Bernabeu y espantó todos los fantasmas de un bofetón.

Entonces fue una pasada. Ahora algo así sería orgásmico.

Lo que no me suena muy bien es eso de que el Inter quiso comprar la plaza del Steau. ¿Cómo van a hacer eso?  

Pues eso lo leí de un artículo de Relaño hace tiempo, no creo que ese tipo se lo hubiera inventado.

El vídeo de los penaltis no se vosotros, pero yo cuando estoy rabioso por algo con los culés (un robo o algo así) me lo pongo y es balsámico.

Tiene que ser frustrante no meter ni un penalty en una final en la que quedas 0-0 jajajajajajaja, jugando en España....aaaah, era eso, jugaban en territorio enemigo jajajajajaja