El jugador abstracto

Tras largo tiempo intentando comprender el fútbol de Karim Benzema, creo que al fin he conseguido entenderlo: estamos ante "el jugador abstracto".

Benzema es al fútbol lo que Pollock a la pintura: un trazo bello, que ni empieza ni acaba, porque no tiene un objetivo definido más que el juego en sí mismo, que no es otra cosa que la expresión de los impulsos de su actividad psíquica llena de movimiento y colorido. Si la técnica de Pollock se describió como "action painting" (pintura en acción) el juego de Benzemá es fútbol en acción: no se sabe donde empieza ni donde acaba porque va más allá del marco de la obra. Si la acción de la obra de Pollock está en su cabeza, la de Benzemá está en sus pies, que es donde el jugador tiene su cabeza.

Y si Pollock se ponía delante de un lienzo para jugar con lo que le salía de la cabeza, puede decirse que Benzema sale al campo de fútbol para pintar con lo que le sale de los pies. El resultado es una trama de líneas sinuosas, constantes e inesperadas, rotas por pegotes de pintura ante el gol. Como lo cuadros de Pollock transferidos al campo de fútbol.

El resultado de lo que se ve al finalizar el juego de Benzema es bello, sin duda alguna, y provoca una emoción estética en el espectador, que mira el juego abstracto de Benzema como quien mira la pintura abstracta de Pollock: preguntándose si está contemplando una obra de arte o una sopa de fideos.

No tengo nada contra la sopa de fideos, que está buenísima -ni mucho menos contra la obra de Pollock, que me fascina- pero en mi caso, con una o dos pelotillas de carne adobada por la escuadra contraria o con la puntita y llorando, me sabe mejor. Le dan más consistencia a la sopa, y el fútbol se entiende mejor, diga Pollock lo que diga.

Blanco Nuclear escribió:Tras largo tiempo intentando comprender el fútbol de Karim Benzema, creo que al fin he conseguido entenderlo: estamos ante "el jugador abstracto".

Benzema es al fútbol lo que Pollock a la pintura: un trazo bello, que ni empieza ni acaba, porque no tiene un objetivo definido más que el juego en sí mismo, que no es otra cosa que la expresión de los impulsos de su actividad psíquica llena de movimiento y colorido. Si la técnica de Pollock se describió como "action painting" (pintura en acción) el juego de Benzemá es fútbol en acción: no se sabe donde empieza ni donde acaba porque va más allá del marco de la obra. Si la acción de la obra de Pollock está en su cabeza, la de Benzemá está en sus pies, que es donde el jugador tiene su cabeza.

Y si Pollock se ponía delante de un lienzo para jugar con lo que le salía de la cabeza, puede decirse que Benzema sale al campo de fútbol para pintar con lo que le sale de los pies. El resultado es una trama de líneas sinuosas, constantes e inesperadas, rotas por pegotes de pintura ante el gol. Como lo cuadros de Pollock transferidos al campo de fútbol.

El resultado de lo que se ve al finalizar el juego de Benzema es bello, sin duda alguna, y provoca una emoción estética en el espectador, que mira el juego abstracto de Benzema como quien mira la pintura abstracta de Pollock: preguntándose si está contemplando una obra de arte o una sopa de fideos.

No tengo nada contra la sopa de fideos, que está buenísima -ni mucho menos contra la obra de Pollock, que me fascina- pero en mi caso, con una o dos pelotillas de carne adobada por la escuadra contraria o con la puntita y llorando, me sabe mejor. Le dan más consistencia a la sopa, y el fútbol se entiende mejor, diga Pollock lo que diga.

Su cuadro Número 5 se vendió por 140 millones, uno de lo cuadros más caros del mundo, algo tendrá el galgo... Por Benzema y Pollock.

Aunque, tanto en el fútbol como en el arte, para gustos..., fíjate que a un tal Piero Manzoni le dió por enlatar una defecación suya y la llamó "Mierda de artista" se vendió por más de 250.000 euros.

Tati10 escribió:

Blanco Nuclear escribió:Tras largo tiempo intentando comprender el fútbol de Karim Benzema, creo que al fin he conseguido entenderlo: estamos ante "el jugador abstracto".

Benzema es al fútbol lo que Pollock a la pintura: un trazo bello, que ni empieza ni acaba, porque no tiene un objetivo definido más que el juego en sí mismo, que no es otra cosa que la expresión de los impulsos de su actividad psíquica llena de movimiento y colorido. Si la técnica de Pollock se describió como "action painting" (pintura en acción) el juego de Benzemá es fútbol en acción: no se sabe donde empieza ni donde acaba porque va más allá del marco de la obra. Si la acción de la obra de Pollock está en su cabeza, la de Benzemá está en sus pies, que es donde el jugador tiene su cabeza.

Y si Pollock se ponía delante de un lienzo para jugar con lo que le salía de la cabeza, puede decirse que Benzema sale al campo de fútbol para pintar con lo que le sale de los pies. El resultado es una trama de líneas sinuosas, constantes e inesperadas, rotas por pegotes de pintura ante el gol. Como lo cuadros de Pollock transferidos al campo de fútbol.

El resultado de lo que se ve al finalizar el juego de Benzema es bello, sin duda alguna, y provoca una emoción estética en el espectador, que mira el juego abstracto de Benzema como quien mira la pintura abstracta de Pollock: preguntándose si está contemplando una obra de arte o una sopa de fideos.

No tengo nada contra la sopa de fideos, que está buenísima -ni mucho menos contra la obra de Pollock, que me fascina- pero en mi caso, con una o dos pelotillas de carne adobada por la escuadra contraria o con la puntita y llorando, me sabe mejor. Le dan más consistencia a la sopa, y el fútbol se entiende mejor, diga Pollock lo que diga.

Su cuadro Número 5 se vendió por 140 millones, uno de lo cuadros más caros del mundo, algo tendrá el galgo... Por Benzema y Pollock.

Aunque, tanto en el fútbol como en el arte, para gustos..., fíjate que a un tal Piero Manzoni le dió por enlatar una defecación suya y la llamó "Mierda de artista" se vendió por más de 250.000 euros.

Pues eso no es nada, Tati. Fíjate que a nosotros nos han vendido a un jugador que es una lata llamado Jovic por 60 millones.

Venga, saludos madridistas cordiales.

Blanco Nuclear escribió:

Tati10 escribió:

Su cuadro Número 5 se vendió por 140 millones, uno de lo cuadros más caros del mundo, algo tendrá el galgo... Por Benzema y Pollock.

Aunque, tanto en el fútbol como en el arte, para gustos..., fíjate que a un tal Piero Manzoni le dió por enlatar una defecación suya y la llamó "Mierda de artista" se vendió por más de 250.000 euros.

Pues eso no es nada, Tati. Fíjate que a nosotros nos han vendido a un jugador que es una lata llamado Jovic por 60 millones.

Venga, saludos madridistas cordiales.

Eso parece También hemos comprados cuadros muy buenos a bajo precio.

Vamos darle algunos partidos más, también lleva el chaval mucho tiempo sin jugar, en la carrera que se iba solo hacia portería se le notó que está bajo de forma.