Algunas consideraciones sobre el "escándalo Negreira"
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Algunas consideraciones sobre el "escándalo Negreira"
Pido a la moderación de este foro me permita abrir este hilo para hacer algunas consideraciones sobre el escándalo Negreira, que podríamos ir ampliando a medida que se vayan produciendo hechos nuevos sobre este desagradable asunto. Porque la cosa ya pasa de castaño oscuro, atendiendo a las interpretaciones públicas que se están dando a este asunto con la intención de blanquear los hechos llevados a cabo por el F. C. Barcelona durante un período ininterrumpido de aproximadamente 20 años, amén de la tibia respuesta que el mundo del fútbol ha dado a este escándalo. Y creo que debemos aportar nuestra opinión concreta y razonada de aficionados, porque la cuestión es la que es y no la que muchos en los medios dicen que es.
El Barsa ha pagado durante dos décadas al Vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, Sr. Enríquez Negreira, 7,5 millones de euros, si tenemos también en cuenta lo que se le pagó al hijo.
Este hecho está reconocido públicamente por todas las partes interesadas en el asunto y es cierto e incontestable y, por la tanto, sancionable. Pero desde una posición mayoritaria de la opinión pública (y publicada) se intenta diluir la responsabilidad legal y ética del Barcelona, alegando que es necesario demostrar que ese dinero se utilizó para pagar árbitros y si es así, a qué árbitros. De lo contrario el Barsa no habría hecho nada ilegal pagando al Vicepresidente de los árbitros una millonada por unos informes que no valen nada. Y eso es FALSO.
La posición que defiende el Barcelona para salir indemne de este soborno, que sostiene y difunde un sector mayoritario de la opinión pública y publicada, responde al viejo adagio económico que dice: “si debes al banco 1.000 euros, el deudor tiene un problema si no paga; pero si debes al banco 10 millones de euros es el banco el que tiene el problema si no pagas”. Porque eso precisamente es lo que sucedido.
El Barsa no ha comprado a un árbitro (deber 1.000 euros al banco), ¡lo que comprado el Barsa es el Sistema arbitral! (eso es deberle 10 millones al banco). Por eso el equipo culé ha pagado 7,5 millones y no un par de miles de euros. Y por eso lo que ha hecho el Barsa es ilegal y no tiene precedente en la historia del fútbol nacional e internacional. ¡Y lo ha hecho durante 20 años!
Esta permanencia en el tiempo del soborno es lo que produce, ineludiblemente, la corrupción del Sistema arbitral, no de un solo árbitro o varios. ¡Es todo el Sistema arbitral el que está corrompido! y, consecuentemente, la competición deportiva en su totalidad.
Al estar corrompido el Sistema, es muy difícil que nadie de los que han participado del mismo durante ese tiempo (todos los árbitros y todos los dirigentes institucionales del fútbol) puedan reconocer tal hecho, porque supondría reconocer la propia corrupción, por activa o por pasiva, y con eso juega el Barsa y la mayoría de los medios de comunicación que lo apoyan. POR ESO SON TODOS CORRUPTOS.
Por otra parte, se alega también que obtener influencia mediante presión en el Sistema arbitral lo hacen todos. Puede que sea cierto, porque además es normal. Es normal presionar al trencilla de turno mediante medios afines o con declaraciones interesadas e incendiarias de directivos. Lo hacen todos, unos más y otros menos. PERO LO QUE NO HA HECHO NADIE, PORQUE ES ILEGAL, ES PAGAR PARA COMPRAR ESA INFLUENCIA O PRESIÓN. Y el que lo hace la paga, porque es un corruptor.
El que hace eso está cometiendo UN DELITO: de SOBORNO, en caso de funcionario público, o de CORRUPCION ENTRE PARTICULARES, en caso de persona privada. El OBJETIVO es siempre el mismo: OBTENER ILEGALMENTE VENTAJAS COMPETITIVAS, que atentan a los principios de igualdad, imparcialidad y juego limpio en el transcurso de la competición deportiva (o de la leal y legal competencia que se exige en cualquier sector de actividad humana donde participan intereses contrapuestos de diversos actores). ¡Y eso es lo que ha hecho el Barcelona durante 20 años: OBTENER INFLUENCIA ILEGALMENTE PAGANDO POR ELLO!
Si esa influencia fue cosa de un árbitro o dos o cinco, no es lo que hay que demostrar, porque no es lo que importa. Lo que hay que demostrar es el HECHO de que el Barsa COMPRÓ dicha influencia por valor de 7,5 millones de euros, comprando el Sistema arbitral por medio de Enríquez Negreira y su hijo. Y ese hecho está más que demostrado. Por eso el Barsa ha cometido un delito y debe ser sancionado con todo el rigor de la ley, penal y deportiva, conforme a la gravedad de tales hechos. Se ha de hacer justicia caiga quien caiga.
Y este derecho a la justicia deportiva y de cualquier otro orden en este escándalo sin parangón, no lo tienen solo los clubes perjudicados, sino todos los aficionados al fútbol por nuestra condición de ciudadanos libres que vivimos democráticamente en un Estado de Derecho.
El Barsa ha pagado durante dos décadas al Vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, Sr. Enríquez Negreira, 7,5 millones de euros, si tenemos también en cuenta lo que se le pagó al hijo.
Este hecho está reconocido públicamente por todas las partes interesadas en el asunto y es cierto e incontestable y, por la tanto, sancionable. Pero desde una posición mayoritaria de la opinión pública (y publicada) se intenta diluir la responsabilidad legal y ética del Barcelona, alegando que es necesario demostrar que ese dinero se utilizó para pagar árbitros y si es así, a qué árbitros. De lo contrario el Barsa no habría hecho nada ilegal pagando al Vicepresidente de los árbitros una millonada por unos informes que no valen nada. Y eso es FALSO.
La posición que defiende el Barcelona para salir indemne de este soborno, que sostiene y difunde un sector mayoritario de la opinión pública y publicada, responde al viejo adagio económico que dice: “si debes al banco 1.000 euros, el deudor tiene un problema si no paga; pero si debes al banco 10 millones de euros es el banco el que tiene el problema si no pagas”. Porque eso precisamente es lo que sucedido.
El Barsa no ha comprado a un árbitro (deber 1.000 euros al banco), ¡lo que comprado el Barsa es el Sistema arbitral! (eso es deberle 10 millones al banco). Por eso el equipo culé ha pagado 7,5 millones y no un par de miles de euros. Y por eso lo que ha hecho el Barsa es ilegal y no tiene precedente en la historia del fútbol nacional e internacional. ¡Y lo ha hecho durante 20 años!
Esta permanencia en el tiempo del soborno es lo que produce, ineludiblemente, la corrupción del Sistema arbitral, no de un solo árbitro o varios. ¡Es todo el Sistema arbitral el que está corrompido! y, consecuentemente, la competición deportiva en su totalidad.
Al estar corrompido el Sistema, es muy difícil que nadie de los que han participado del mismo durante ese tiempo (todos los árbitros y todos los dirigentes institucionales del fútbol) puedan reconocer tal hecho, porque supondría reconocer la propia corrupción, por activa o por pasiva, y con eso juega el Barsa y la mayoría de los medios de comunicación que lo apoyan. POR ESO SON TODOS CORRUPTOS.
Por otra parte, se alega también que obtener influencia mediante presión en el Sistema arbitral lo hacen todos. Puede que sea cierto, porque además es normal. Es normal presionar al trencilla de turno mediante medios afines o con declaraciones interesadas e incendiarias de directivos. Lo hacen todos, unos más y otros menos. PERO LO QUE NO HA HECHO NADIE, PORQUE ES ILEGAL, ES PAGAR PARA COMPRAR ESA INFLUENCIA O PRESIÓN. Y el que lo hace la paga, porque es un corruptor.
El que hace eso está cometiendo UN DELITO: de SOBORNO, en caso de funcionario público, o de CORRUPCION ENTRE PARTICULARES, en caso de persona privada. El OBJETIVO es siempre el mismo: OBTENER ILEGALMENTE VENTAJAS COMPETITIVAS, que atentan a los principios de igualdad, imparcialidad y juego limpio en el transcurso de la competición deportiva (o de la leal y legal competencia que se exige en cualquier sector de actividad humana donde participan intereses contrapuestos de diversos actores). ¡Y eso es lo que ha hecho el Barcelona durante 20 años: OBTENER INFLUENCIA ILEGALMENTE PAGANDO POR ELLO!
Si esa influencia fue cosa de un árbitro o dos o cinco, no es lo que hay que demostrar, porque no es lo que importa. Lo que hay que demostrar es el HECHO de que el Barsa COMPRÓ dicha influencia por valor de 7,5 millones de euros, comprando el Sistema arbitral por medio de Enríquez Negreira y su hijo. Y ese hecho está más que demostrado. Por eso el Barsa ha cometido un delito y debe ser sancionado con todo el rigor de la ley, penal y deportiva, conforme a la gravedad de tales hechos. Se ha de hacer justicia caiga quien caiga.
Y este derecho a la justicia deportiva y de cualquier otro orden en este escándalo sin parangón, no lo tienen solo los clubes perjudicados, sino todos los aficionados al fútbol por nuestra condición de ciudadanos libres que vivimos democráticamente en un Estado de Derecho.
Blanco Nuclear- 1 Champions
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