Julian "Peluca" Ruiz

Bielsa, no engañes más



Como argentino, Bielsa siempre se ha creído el centro del universo. El brujo de la raza del fútbol. En realidad, es un inútil futbolístico, que nunca ha ganado nada, ni ganará nunca nada. Él 'mismo' es el principio de la mediocridad, como el principio copernicano.

Estoy seguro de que Bielsa consultó con su compatriota Valdano y el 'gurú' forofo del Athletic, que son precisamente los tres enemigos acérrimos de Mourinho. Seguro que llegaron a la conclusión de que al Real Madrid había que jugarle con una violencia supina, una presión febril y mucho tiento. Pero se olvidaron del juego, de crear ocasiones, de tan sólo echar la culpa a Llorente, cuando es sólo una torpeza más del 'zote' directivo de Urrutia, que ha hecho perder al Athletic más de 30 millones y que aún sigue como presidente.





Además, ahora también perderá a Muniaín por un brindis al sol. Por nada de nada. Ahora es la era de Mourinho, no la de Floro. Bielsa se equivocó una vez más. Y sólo Teixeira le salvo de no expulsar por dos veces al 'fino' balompédico llamado Aurtenetxe, a Ander Herrera, que ha pasado de ser un promesa a un violento del juego.

En el segundo período, con un Athletic histérico propiciado por la esquizofrenia técnica de Bielsa, el dedo en el ojo de San José a Ronaldo o la 'locura' de Toquero con Albiol fueron hechos lamentables. Era como la densa violencia de la mediocridad. Y eso que, al principio, Teixeira castigó a Modric con una tarjeta y una falta tan sólo porque le había dado de cabeza al balón.

Una vez más, San Mamés fue un puchero caliente y violento contra el Madrid, el equipo a batir, el rival a quitarse de encima como sea. Nunca sucede contra otro rival esa desesperante rabia. El año pasado escribí que ese odio al Madrid, secular, jamás lo he entendido. Morirá San Mamés, pero el odio al Madrid seguro que perdurará. Tras ser 'machacado' por las faltas Ramalho, después de dar la cara siempre y con dos goles excepcionales y una asistencia de gol a Higuaín, Ronaldo fue despedido como un 'chulo' del fútbol. Una vez más: ¿este es el señorío de San Mamés? Desde luego, jamás con el Real Madrid. Sólo viví o sentí odio en este estadio hacia el equipo blanco.

Por otro lado, los 'casillistas' están desesperados. Apelan a la nostalgia, al lloriqueo del pasado, pero erre que erre Diego López es un solemne porterazo, que no comete un sólo desliz. No puede ni permitírselo, pero ahora el Madrid es un equipo sólido. Aunque Mourinho no tiene nada que ver con los triunfos blancos. Es sólo un personaje mediocre que odia a Casillas. Patético.

AzT escribió:

Bielsa, no engañes más



Como argentino, Bielsa siempre se ha creído el centro del universo. El brujo de la raza del fútbol. En realidad, es un inútil futbolístico, que nunca ha ganado nada, ni ganará nunca nada. Él 'mismo' es el principio de la mediocridad, como el principio copernicano.

Estoy seguro de que Bielsa consultó con su compatriota Valdano y el 'gurú' forofo del Athletic, que son precisamente los tres enemigos acérrimos de Mourinho. Seguro que llegaron a la conclusión de que al Real Madrid había que jugarle con una violencia supina, una presión febril y mucho tiento. Pero se olvidaron del juego, de crear ocasiones, de tan sólo echar la culpa a Llorente, cuando es sólo una torpeza más del 'zote' directivo de Urrutia, que ha hecho perder al Athletic más de 30 millones y que aún sigue como presidente.





Además, ahora también perderá a Muniaín por un brindis al sol. Por nada de nada. Ahora es la era de Mourinho, no la de Floro. Bielsa se equivocó una vez más. Y sólo Teixeira le salvo de no expulsar por dos veces al 'fino' balompédico llamado Aurtenetxe, a Ander Herrera, que ha pasado de ser un promesa a un violento del juego.

En el segundo período, con un Athletic histérico propiciado por la esquizofrenia técnica de Bielsa, el dedo en el ojo de San José a Ronaldo o la 'locura' de Toquero con Albiol fueron hechos lamentables. Era como la densa violencia de la mediocridad. Y eso que, al principio, Teixeira castigó a Modric con una tarjeta y una falta tan sólo porque le había dado de cabeza al balón.

Una vez más, San Mamés fue un puchero caliente y violento contra el Madrid, el equipo a batir, el rival a quitarse de encima como sea. Nunca sucede contra otro rival esa desesperante rabia. El año pasado escribí que ese odio al Madrid, secular, jamás lo he entendido. Morirá San Mamés, pero el odio al Madrid seguro que perdurará. Tras ser 'machacado' por las faltas Ramalho, después de dar la cara siempre y con dos goles excepcionales y una asistencia de gol a Higuaín, Ronaldo fue despedido como un 'chulo' del fútbol. Una vez más: ¿este es el señorío de San Mamés? Desde luego, jamás con el Real Madrid. Sólo viví o sentí odio en este estadio hacia el equipo blanco.

Por otro lado, los 'casillistas' están desesperados. Apelan a la nostalgia, al lloriqueo del pasado, pero erre que erre Diego López es un solemne porterazo, que no comete un sólo desliz. No puede ni permitírselo, pero ahora el Madrid es un equipo sólido. Aunque Mourinho no tiene nada que ver con los triunfos blancos. Es sólo un personaje mediocre que odia a Casillas. Patético.

Özil Superstar



Al Madrid de Mourinho se le atragantan estos partidos previos a los lances de la sinfonía la Champions. Demasiado suplente, demasiado relax, demasiado rival incómodo que, como el Betis, cree que puede convertirse en el equipo que derrotó, tras una larga serie de partidos invicto, al Real Mourinho. En fin, demasiados escalones hacia una meta más o menos práctica para ser simplemente segundos en la Liga.




De toda la farfolla de la tarde emerge el imperial Özil, que parece que se ha convertido ya en una joya turco-germana para lucir incluso en el Topkapi. Parece que su indisciplina táctica, su confuso poder físico, se ha vuelto a favor, incluso con goles. Hace unas semanas hizo dos tantos, ahora, otros dos. A Özil siempre se le ha acusado por su irregularidad y su escaso olfato goleador. Parece que Özil emerge como esa nueva estrella pop del olimpo madridista. Ya no es un telonero. Es una estrella del Madrid.

La otra novedad de la taquicárdica tarde fue el debut de Casemiro. Me ha impresionado su desparpajo para jugar el primer partido en Chamartín. Es como un pulpo, rebaña muchos balones, posee un pase seguro, buena técnica. Quizá todavía tiene peso de más y no es muy rápido. Pero Casemiro, desde luego, me parece un soberbio centrocampista comparado con Sahin, que lo tenemos para "tocar" otra vez y que no se nos aparezca como fantasma en Dortmund.

Nacho no tuvo la culpa del penalti. Cada día es mejor, incluso con la izquierda. Es casi ambidiestro y puede jugar con toda la baraja defensiva. Las pésimas noticias para el Madrid fueron las lesiones de Marcelo y Modric, que son siempre vitales en cualquier momento. Y para mal, mal, Callejón, que se ha convertido en el hombre que siempre está fuera de juego.

Me gustó el Betis. No tiene un equipo para jugar demasiado al fuera de juego, pero se atreve. Le falta lo que falta a muchos equipos con solidaridad y virtud: dinero para poder fichar a un auténtico goleador, un jugador de treinta millones que asuste al enemigo. Pero, amigo Mel, ésa es otra historia. En cuanto a la sinfonía de Dortmund, la Philarmonica de la ciudad es maravillosa. A mí no me gusta la cerveza estilo Dortmund. Prefiero la Pilsen, desde luego. Pero veremos como se porta la UEFA.

El Madrid de Mou ha muerto


Probablemente, en el mayor error de toda su carrera, a Mourinho le dio el ataque de genio: decidió no utilizar a Di María y sustituirle por Modric en la aventura del trivote de inclinación ofensiva. Vamos, una estupidez con la que dejó al Madrid con nueve jugadores. A Özil inutilizado en una banda y al propio Modric en un terreno no conocido, del que nunca apareció, ahogado en tierras pantanosas.





Peor aún, porque con Özil en la banda y sin defender, a Ramos le hicieron un dos contra uno y Gotze, el niño bonito de Guardiola centró para que Lewandowski hiciera el primero de un póquer increíble y, desde luego, incriminatorio para el Madrid. Ya hay que fracasar para permitir que un ariete logre cuatro goles en una semifinal de Champions. Es una aberración. Pero fue peor para Mourinho. Empezar con un gol en contra. Como el intro de un réquiem.

Mourinho había vuelto a errar al colocar a Pepe por el lado izquierdo de la retaguardia, como se demostró en otros dos goles del polaco. Ni siquiera se estudió que Lewandowski siempre se aprovecha de la mala izquierda de los centrales. Ni siquiera se le ocurrió intercambiar a Varane por Pepe.

Sinceramente, Mourinho perdió él solito el partido, porque la goleada es todavía más grave que la del Barça. Bastante más, por la sencilla razón de que el Borussia no es el Bayern, ni aunque hiciera el mejor partido que se le recuerda, que lo hizo, pero con todas las facilidades de un equipo blanco indolente, sin pasión, sin sangre, acojonado por el pis cervecero de la grada amarilla. Una vergüenza.

El madridista si puede quejarse en esta ocasión de Mourinho. Porque lo trágico es que el Borussia no es mejor que el Madrid. Ni en sueños . Y perder ante un equipo peor es siempre lo más cruel.

De cualquier forma, escribí el día de la pasión del Galatasaray que, de ninguna manera, al Madrid le veía casta de campeón. Me tacharon de todo, de veleta caprichoso. El Madrid nunca ha estado sublime esta temporada. Nunca. Creo que, esta vez sí, es el fín de un ciclo. No creo en el milagro del Bernabéu. Ni creo en este equipo ante un Borussia con enorme hambre de éxitos. Lo más triste es que Mourinho va a acabar mal en el Madrid, muy mal.

El Madrid de Mourinho ha muerto en Dortund. Víctima de su egolatría, de sus diferencias irreconciliables entre nacionales y extranjeros, anulado por una prensa excesivamente radical y nacionalista y sobrestimado por un equipo con jugadores como Xabi Alonso, Pepe, Sergio Ramos, Higuaín, Modric, etc. Ni siquiera Ronaldo apareció, perdido entre el humo amarillo de un dragón alemán que de verdad echaba fuego.

Un sombrío Atleti



La historia de los Gil es una pura vergüenza para la historia del Atlético de Madrid. El más repetitivo de los grandes escarnios rojiblancos es el carácter de perdedor, de incorregible fracasado ante el eterno rival. Esta última afrenta es como desgarrar las entrañas del alma del Atleti. Una tragedia.

Por 15 años consecutivos, el enfermo que siempre pierde ha recaído posiblemente con el más grande de sus ridículos. Ha perdido contra un Real Madrid vencido, con muchas dudas en su idiosincrasia, con los suplentes y, lo que es peor, sin Cristiano Ronaldo, que era como el gran verdugo.





¿Cuándo le van a poder ganar al Madrid si no han sido capaces ni en estas circunstancias? ¿En la final de Copa? Bueno, siempre hay que creer en milagros. Pero me temo que este Atleti de Simeone es otra venta de humo de los Gil y el arlequín directivo que es Cerezo, una especie de entretenimiento para los periodistas con sus bravatas.

El partido fue una lucha sombría, aburrida, un disparate como equipo de fútbol. Un Real Madrid que tuvo suerte con empatar de churro, tras el único fallo de Diego López, y un Atlético congelado por su falta de imaginación, de ritmo en el juego, mínimo en mostrar alguna inteligencia futbolística. Encima con un Diego Costa que es como un evadido de cualquier prisión futbolística, dando mandobles a su anchas, fingiendo o incluso agrediendo a Pepe delante de las narices de un Pérez Lasa, que parece de todo menos un árbitro.

Se esperaba más de Morata. No es exterior ni zurdo, pero hizo un partido lamentable. Como Kaká , al que le debería dar vergüenza su paso por el Calderón. Si es que aún le queda. Todo lo contrario de Albiol y Carvalho, que son precisamente los ejemplos divinos de los no habituales.

Les he dicho a mucho atléticos que Simeone me recuerda mucho a Camacho. De la casta de los técnicos que con cojones, furia y rabia se arreglan todos los problemas en un equipo. Pasada la efervescencia de los primeros meses a Simeone sólo se le ven los callos y juanetes, su falta de imaginación y su torpeza como técnico. En la segunda parte no hizo ni un sólo guiño con categoría. Todo es pasión y cólera. Absurdo. También les he dicho a los del Atleti que no me gusta como estrella Falcao. Su baja forma se convierte en un problema grave, dada la situación económica del Atlético. No lo va a querer ya nadie, aunque el Atlético de Madrid, aún de los Gil, necesita el dinero o hacienda se los come.

¡Que venga Ancelotti!




Me decía un conocido que Cristiano sólo abusa de equipos como el Valladolid, de mitad de la tabla para abajo. Lleva 53 goles. Una barbaridad. Pero sigue sin esas actuaciones determinantes en partidos decisivos. De los seis partidos de las tres semifinales de Champions, en ningún partido tuvo esa actuación maravillosa para que el Real Madrid se convirtiera en un triunfador gracias a su personalidad.

Hemos mentado al Valladolid, como equipo menor, pero hay que reconocer que Djukic hace milagros con jugadores sin nombre, sin jugadores caros o relevantes. Nada de eso. Y le metieron tres goles al Madrid, en una tarde espantosa de Diego López, de Nacho, de Carvalho. Una defensa que era como una lancha de goma en plena tormenta. Era la resaca del Borussia.

Una resaca que ha dejado como rehén a Mourinho en el Madrid para sus enemigos de la prensa. Quizá como un entrenador provisional, a lo Rafa Benítez en el Chelsea. A todo esto, sin saberse a ciencia cierta si quiere irse o si el ínclito Florentino Pérez quiere que se despida.

Mourinho es para la prensa un cautivo, un preso por no haber ganado una Champions. He llegado a leer en periódicos deportivos cosas tan surrealistas como que Mourinho no quería que se produjera la remontada, porque no creía en ella. En otro ejemplo de surrealismo, que el propio presidente habló con Lewandowski después del partido. Han llegado a calificar hasta de desastre de Mourinho la eliminación contra el Borussia en semifinales, como si llegar a la final de la Champions fuera alcanzar la final del Carranza.

Todo eso, con otro tipo de prensa catalana, cautiva, donde allí no pasa nada, aunque el escarnio del 7-0 haya sido la mayor vergüenza en la Champions de toda la historia. Pero un equipo nacionalista nunca fracasa. Sólo tropieza.

Pues, bien, que venga Ancelotti. Aunque, sinceramente, a Florentino no le creo tan estúpido como fichar a un entrenador que está acabado, técnica e imaginativamente. No me puedo imaginar un Ancelotti medroso, conservador, apagado, con capacidad de poder manejar un vestuario con dos caciques como Casillas y Ramos.

El motín de los capitanes contra Mourinho no lo supo manejar Florentino. Tiene pánico a Casillas, como lo demostró hace un par de años cuando Mourinho quiso traer a Diego López y el presidente se negó, a pesar de que siempre se le llenaba la boca en decir que Mou era el que mandaba en la parcela técnica. Tras el motín contra Mou, una grave reprimenda a Casillas era demasiado peligrosa para Florentino. Al día siguiente, se hubiera publicado en todo el mundo. "Cherchez la femme", como decía el amigo de Ramos, que es también el espejo de continuas diarreas futbolísticas. Florentino demostró que era otro rehén de los capitanes.

Florentino Pérez, con sus silencios, con sus miedos a la infecta y enfermiza campaña periodística contra Mourinho, ha quedado atascado en una emboscada. Si Mourinho se va tiene un grave problema, porque tendrá que buscar la re-elección como rehén de la prensa y de los caciques del vestuario. Es más, la caza ya se ha iniciado. Y me consta que Mourinho no tiene nada con el Chelsea. Es un típico invento para escapar de la horca que ya le han preparado sus enemigos tras la eliminación contra el Borussia. El linchamiento sólo acaba de iniciarse.

¡Que vuelva Pellegrini!


No hace muchas semanas, mientras el Málaga dormía la noche de los sueños de la Champions, leí a un iluminado que el Madrid y, sobre todo, el frío Florentino Pérez, debería considerar muy sacramentalmente el retorno de Manuel Pellegrini como gran entrenador del Real Madrid.

El lumbreras es otro de los que comunican calumnias, hiel y bilis contra Mourinho, el mayor enemigo de la historia del Real Madrid para algunos intelectuales contemporáneos que pasan histéricos estos días finales de linchamiento.




Pellegrini es un pobre hombre, un casi entre los castillos de su pobre imaginación. Con su absurdo y estúpido 4-2-2-2 , Mourinho se ha vuelto a reir, con la simple conclusión de meter a Essien para robar y a Modric entre líneas. Fácil, muy fácil para golear, incluso antes de que el Málaga se quedara con 10. El pobre ingeniero ha dejado al Málaga sin aire, absurdo, disminuido. No creo que siga. El problema es quien lo quiera.

Poco decir del paseo entre jardines malagueños. En el linchamiento a Mourinho, ahora los periodistas tiene un medidor de ruido para ver cuánto pitan en el prólogo a Mourinho. Pero se sienten inquietos por si se va al Manchaster o al Chelsea. En realidad, viven en un estado de ansiedad y con una especie de Síndrome de Estocolmo porque quieren que se vaya, pero están preocupados adónde va. Es una absoluta estela paranoica.

Las últimas calumnias son que Mourinho ha hablado con Courtois porque lo quiere en el Chelsea y que ha insultado a Casillas. ¿Por qué? ¿Porque ha dicho que Diego López es mejor que Casillas? ¿Cómo se atreve? Hay que cortarle la cabeza. Como sea. Luego, el otro, el campeón del mundo, el triunfador contemporáneo dice que son "hijos del Madrid". Eso, ¿qué significa? Que Casillas tiene que jugar hasta que se muera y Del Bosque ser el entrenador de siempre. Es de vergüenza ajena.

Pero siguen las historias histéricas y quevedescas. Me dicen que hay un millonario que tiene los 70 millones, que los pone en la mesa y quiere batir a Florentino en las urnas con la bandera de Mourinho para muchos años. Florentino Pérez no se pone nervioso. Le parece imposible que alguien se atreva a presentarse. No se pronuncia. Pero me recuerda los días de su época anterior, cuando revalidó presidencia . Decidió poner a Camacho y el murciano salió corriendo al ver los caciques en el vestuario. Ahora es peor. Ahora hay un cacique en plena decadencia como portero y un defensa que es tan poco fiable como el parte metereológico.

El juez de la horca de Mourinho


Como diría Hollywood, se necesitaba que se produjera la 'Tormenta perfecta' para que un Atlético bastante inferior al Madrid pudiera ganar una final, que encima se jugaba en Chamartín, con la losa de 14 años sin hincarle el diente.

Para palmar, el Madrid tendría que carecer de suerte. Ocurrió: tres palos y tres goles errados increíblemente. El club blanco debería tener a Ronaldo en sus momentos bajos. Era más factible, porque el 'cristianismo' siempre desaparece en los partidos trascendentales. Tendría que jugar Modric, que para todo el juego rápido del Madrid. Sucedió.

Por el otro lado, el Atlético tenía que hacer el partido defensivo perfecto. Conducir al Madrid a la cólera permanente. Desquiciarlo con faltas, pérdidas de tiempo, juego marrullero, al barro del rugby. Es decir, un partido a cara de perro, al estilo del maestro del 'cholismo', el impresentable Bilardo. El de "pisalo, pisalo", con elementos como Diego Costa, Gabi, Godín, etc. Un partido asquerosamente a la argentina. Y, luego, la fe, la fe del sentenciado, del perdedor, la fe del 'cholismo'



Clos Gómez, en el momento de la expulsión de José Mourinho. (Foto: Afp)

Con todo lo que hemos expuesto tampoco hubiera llevado al éxito del Atlético sin un arbitraje canallesco. Un partido como les gusta a Gaspart y su equipo de árbitros para llevar a la ira y a la desesperación al Madrid de Mourinho. Clos Gómez me recuerda aquel juez Roy Bean, el que creía que un 'habeas corpus' era un paganismo, el que imponía una reglas muy parciales más allá del rio Pecos. El perfecto juez de la horca, el ínclito Clos Gómez excomulgado hace tiempo por los madridistas.

El linchamiento a Mourinho ha acabado con esta horca al más puro estilo del Comité de Árbitros, que se ha vengado finalmente para enterrarlo en los infiernos. Mourinho se confirma, para sus enterradores de la prensa, como el enemigo que pasó por el Madrid como un criminal futbolístico. Que se lo lleve el diablo. Todos querían que perdiera el Madrid el partido, sólo como venganza de Mourinho.

A mí se me ha quitado un gran peso de encima, porque no tengo vocación de Gregory Peck en Matar a un ruiseñor. Además, Mourinho es como un leopardo, un gatito peligroso.

El Atético jamás quiso jugar un partido de fútbol. Sólo especuló, se aprovechó de la situación y de una depresión parda del Madrid tras la semifinal de la Champions. Pobre Real Madrid en manos de Casillas, Ramos y toda la prensa, que se ha salido con la suya. Encima viene Ancelotti, el técnico más acabado del mundo. Pobre Real Madrid. Qué vergüenza.

¿Qué hará Casillas?





El Madrid del caduco Ancelotti es un equipo blando, sin garra, presuntuoso y muy poco eficiente. Tal como presumíamos y hemos escrito. Un auténtico disparate táctico, donde nadie crea, nadie recupera un balón y nadie hace una presión adecuada, tal como exige el guión del fútbol actual.  

Perseguido tácticamente  por la herencia del 'innombrable', Ancelotti se empeña en un equipo de jugadores que toquen y toquen. Pero se le olvida que para 'tocar' hay que recuperar algún balón. Jugar con Modric e Isco en el centro del campo, dos jugadores ofensivos, casi puntas, es un despelote táctico. Hasta el punto que en medio de la tormenta y cuando el Madrid demostraba que no podía con el Granada, Ancelotti acabó con más defensas, tras los desvaríos tácticos de Marcelo, con Nacho y Carvajal. Se equivoca con Casemiro, que siempre le vi en Brasil como un medio ofensivo, jamás defensivo. Así que cometió ese penalti con el que el  Madrid 'robó' un punto al Granada. El Madrid no mereció ganar el partido. Igual que con la inauguración frente al Betis.

Ancelotti ya no les gusta ni a los que le llamaron 'El pacificador'. Es el nuevo verdugo de Casillas. Sacrilegio, anatema. Pero ya me dirán, para el innombrable y para Ancelotti, Diego López es mejor y es el meta titular. Qué maldita coincidencia. Mientras tanto, Diego López, sensacional portero, absolutamente completo, ni se pone nervioso y sigue brillante en plena tormenta. Le faltan al respeto, lo muelen sin tener nada de culpa y ni rechista. Se ha convertido en mártir y héroe, a la vez. Intachable. Les debería dar verguenza a los 'casillistas'.

¿Que hará Casillas? Estamos en la antesala de un Mundial y Casillas no va a jugar en el Real Madrid, salvo milagro u omisión. ¿Se atreverá a marcharse en esta última semanas? ¿Seguirá con su campaña de presión? Hace dos años ya dije que Casillas era un grave problema para el Madrid. Tendría que desplazarse hacia fuera, pero para ello hay que tener mucha conciencia.

A Gareth Bale se le espera como el maná. Lo necesita este nuevo Real Madrid. Ancelotti ha fumigado a jugadores como Özil, Benzema e incluso Ronaldo, maestros anteriormente del contragolpe y de la verticalidad y sentenciados por jugadores lentos, sospechosos como Modric e Isco, que paran todo el juego, lo asocian a un juego de cámara lenta, de juego sin chispa alguna. No creo en Ancelotti y menos en Casillas. Y tampoco en sus parroquianos.